Tras vivir años en EU, deportados a Tijuana se vuelven “tecolines”, adictos a la metanfetamina

Para conseguir la droga, que cuesta 50 pesos la dosis, las personas venden basura, entre la que vivenPara conseguir la droga, que cuesta 50 pesos la dosis, las personas venden basura, entre la que viven

La zona norte de Tijuana no solamente vive una crisis por la violencia, migración y el fentanilo, también por las metanfetaminas, las cuales son fáciles de conseguir, aunque su precio es alto para los consumidores.

En Tijuana, los adictos a las metanfetaminas o cristal, a quienes se les conoce como “tecolines” o “cricos”, son migrantes deportados de Estados Unidos, luego de haber pasado casi todas su vidas en el norte.

En una cuartería, como se les llama a las unidades habitacionales o vecindades en aquella ciudad, habita un grupo de personas que sobreviven con la venta de basura.

Al entrar a dicho lugar, el reportero Humberto Padgett y el camarógrafo Miguel Ángel Fuentes se encontraron con un hombre, que recién había sido asaltado y golpeado, quien les reveló que una dosis de metanfetaminas cuesta 50 pesos y le dura (el “viaje”) aproximadamente 20 minutos.

¿Cuánto le dura una dosis de 50 pesos?, le cuestionó Padgett al hombre, quien, a pesar de los golpes que tenía, tenía una sonrisa en el rostro. “Depende. Depende de quién sea más goloso. A mí me tarda como 20 minutos en que se me termine la dosis”.

El hombre, de 35 años de edad, confesó que desde 2002 comenzó a consumir metanfetaminas. Él terminó solo en Tijuana tras ser deportados de Estados Unidos, donde se encuentran su esposa e hijos.

En su trabajo titulado “Sobredosis de fentanilo y realidad”, Padgett se ha encontrado con migrantes adictos a la heroína, fentanilo y metanfetaminas, quienes tienen como única compañía a  los perros callejeros.

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