Aceites comestibles lideran aumento de precios en agosto


A pesar del retroceso en los precios de ciertos combustibles, la inflación continúa avanzando en la categoría de mercancías.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer la actualización del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) correspondiente a todo el mes de agosto. Se registró una inflación intermensual del 0.19%, que el presidente de la institución, Julio Santaella atribuyó de nueva cuenta a una caída en los precios del gas licuado de petróleo (LP).
#INPC al incremento de 0.19% m/m del Índice Nacional de Precios al Consumidor en agosto 2021, el componente subyacente contribuyó con 0.320 pts y el no subyacente restó (-)0.130 pts gracias a la baja del gas doméstico LP; sin esta baja, la inflación general hubiera subido a 0.43% pic.twitter.com/jEBe23WDUM
— Julio A. Santaella (@SantaellaJulio) September 9, 2021
Si bien se notó una desaceleración mensual en la inflación subyacente o básica (aquella que engloba bienes y servicios más estables en el corto tiempo, y que tienden a tener un efecto más grave en el bolsillo de las familias), el aumento de precio de algunos productos clave volvió a llamar la atención.
Específicamente, el costo de los aceites y grasas vegetales comestibles tuvo una variación interquincenal de 2.25%, así como un aumento en los precios de 3.59% en todo agosto frente a los niveles registrados en julio. Éste ha sido también el producto que más se ha encarecido a lo largo del presente sexenio.
En cifras de Inegi, entre la segunda quincena de diciembre del 2018 y la segunda quincena de agosto, los precios de los aceites y grasas comestibles crecieron un 35.29%. Su encarecimiento ha ocurrido principalmente en el transcurso de la pandemia, pues desde la primera quincena de febrero del 2020 (antes que se registrara el primer caso de COVID-19) y el último cálculo del Inegi, los precios de este bien de consumo han subido 31.4%.
Otro alimento procesado que se encareció notablemente entre julio y agosto pasados fue el queso amarillo, con un aumento de 2.18% a los precios de este bien. Al contrario de los aceites comestibles, sin embargo, su evolución en los últimos tres años ha sido menos dramática. Desde que inició el sexenio, solo se ha encarecido 17.26%. Y en el transcurso de la pandemia, los precios a los consumidores aumentaron 12.82%.
Se aceleran precios en mercancías no-alimenticias
Cabe destacar que, en los cálculos de Inegi, el aumento de precios para los bienes considerados en la categoría de alimentos procesados se desaceleró entre julio y agosto. A finales del séptimo mes del año, se registraba una variación mensual de 0.8% para esta vertical. Pero en éste último cálculo del Instituto, los precios al consumidor de estos productos solo aumentaron 0.67% en la comparación intermensual.
Esto es importante porque muchos analistas habían expresado preocupación sobre el efecto del aumento de precios en alimentos procesados sobre la inflación en general. Sin embargo, cabe destacar que los resultados de Inegi para agosto continúan generando comentarios de preocupación entre algunos economistas y centros de investigación.
A su interior, la inflación subyacente fue de 4.78% y la no subyacente fue de 8.14%. Resulta preocupante la trayectoria de la inflación subyacente que sigue al alza
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— México, ¿cómo vamos? (@MexicoComoVamos) September 9, 2021
La inflación anual al consumidor disminuyó 0.22 puntos en agosto, con lo que acumula 4 meses a la baja y se ubica en 5.59%. Por su parte, la inflación anual subyacente continuó aumentando y se situó en 4.78%, siendo la mayor desde diciembre 2017. pic.twitter.com/YTjoEv8pPJ
— Janneth Quiroz Zamora (@Janneth_QuirozZ) September 9, 2021
Lo anterior podría estar provocado por otro componente de la inflación subyacente: las mercancías no alimenticias. Al contrario del caso de los alimentos procesados, el aumento de precios se aceleró entre julio y agosto. La variación intermensual para el índice en esta categoría era de 0.33% al final del séptimo mes del año. Pero en este último cálculo de Inegi, se aceleró a 0.73%.
Por esta razón, la mayoría de los productos en la categoría de mercancías que más subieron en el nivel de precios, fuera del queso amarillo y los aceites comestibles, entra en el segmento de no-alimenticias.
Por ejemplo, los precios de la ropa interior para hombre subieron 3.36% entre julio y agosto, mientras que los vestidos y faldas para mujer se encarecieron 3.14% intermensual. Los precios de lavadoras de ropa, jabón de tocador y aparatos eléctricos para el cuidado personal subieron 2.9%, 2.72% y 2.35% en este periodo respectivamente.
Muchos de estos saltos en precios son relativamente recientes. Por ejemplo en el caso de la ropa interior para hombre, solo se tiene registrada una inflación de 11.27% entre la primera quincena de febrero del 2020 y la segunda de agosto pasado. Para el caso de las lavadoras de ropa, la variación en los precios para este periodo es de solo 8.75%; y en los vestidos y faldas para mujer la inflación entre estos dos periodos de tiempos es de apenas 4.3%.
Esto es consistente con las advertencias de otros agentes gubernamentales. En su segundo reporte trimestral del año, el Banco de México (Banxico) había advertido que la inflación durante la primera mitad del 2021 había estado impulsada tanto por servicios como por mercancías, incluyendo bienes no-alimenticios.
De hecho, específicamente en esta sub-categoría, el banco central advirtió que más de seis de cada 10 productos contemplados en esta categoría de mercancías no-alimenticias habían presentado una tasa de crecimiento mensual anualizada por arriba del 4%. El único sub-segmento cuyos precios crecieron a mayor velocidad en el primer semestre del año fueron precisamente los alimentos procesados.